La miastenia gravis: síntomas, diagnóstico y tratamiento

La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune neurológica crónica caracterizada por la debilidad muscular que se acentúa por el movimiento repetitivo y que mejora con el reposo. El sistema inmunitario genera unos anticuerpos que dañan los receptores de acetilcolina de los músculos. Debido a esto no existe una buena conexión con las terminaciones nerviosas y los músculos se vuelven más débiles.

Existen tres formas clínicas de miastenia gravis:

Ocular: es la más frecuente. Presentan síntomas oculares: ptosis (se produce cuando el párpado superior cae sobre el ojo) y diplopía (visión doble) que se incrementan durante el día.

Generalizada: cuando progresa desde la forma ocular. Se produce debilidad de miembros superiores e inferiores, sobre todo en su porción proximal.

Bulbar: por afectación de los músculos bulbares. Los síntomas característicos son del área ORL: disfonía, fatiga vocal, dificultad para mantener el tono vocal, estridor, disfagia, debilidad de la masticación y de la musculatura facial.

Tiene dos picos de incidencia: el primero afecta sobre todo a las mujeres de entre 20 y 30 años, y el segundo suele afectar a los varones entre la sexta y la séptima década.

Diagnóstico y tratamiento 

El diagnóstico de la miastenia gravis comprende la realización de una prueba electrofisiológica y un análisis de sangre para la detección de anticuerpos anormales relacionados con la enfermedad.

Los otorrinolaringólogos deben conocer la miastenia gravis bulbar, ya que su forma de presentación comprende el área del ORL. Además, debe existir una colaboración con Neurología en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes porque es necesario un examen neurológico para el diagnóstico.

En cuanto al tratamiento, los anticolinesterásicos son el grupo de fármacos de primera elección, ayudarán a mejorar el funcionamiento de los músculos en pacientes con miastenia gravis. También se pueden utilizar medicamentos inmunomoduladores, para favorecer el correcto funcionamiento del sistema inmune. Hay inmunomoduladores de acción rápida, como las inmunoglobulinas intravenosas, que consiguen una mejora rápida en pacientes graves o refractarios a otros tratamientos.

También existe la posibilidad del tratamiento quirúrgico cuando existe la presencia de timomas, tumores benignos que aparecen en relación con la miastenia gravis. Su extirpación permite un mejor control de la enfermedad.

 

La SEORL-CCC reclama una legislación más estricta para frenar el consumo de vapeadores

Los cigarrillos electrónicos (CE) o vapeadores se han convertido en una puerta de entrada al consumo de tabaco y su uso está muy extendido entre niños y adolescentes. La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) reclama a las autoridades una legislación más estricta para frenar el consumo de este tipo de dispositivos, con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este 31 de mayo.

“Las nuevas formas de consumo, como los vapeadores, lejos de servir para la deshabituación tabáquica (eficacia que no ha logrado ser demostrada) sirven como una puerta de entrada para iniciar patrones de consumo que estén vinculados a los productos de tabaco para luego facilitar el paso a los productos con nicotina. Por ello, la ley debe endurecerse”, indica la doctora Ana Sánchez-Prieto, presidenta del comité de prevención del tabaquismo de la SEORL-CCC.

Según las encuestas del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, un 40,5% de los adolescentes entre 14 y 18 años ha consumido cachimba y alrededor de un 25% ha consumido tabaco en el último mes, siendo más frecuente éste entre mujeres. Si hablamos de los últimos 12 meses asciende a un 34% en mujeres y 27,3% en hombres. Entre los estudiantes que ha fumado alguna vez 8 de cada 10 han consumido cigarrillos electrónicos(CE). En cambio entre lo que no han fumado nunca 2 de cada 10 han consumido cigarrillos electrónicos. “Entre los jóvenes está extendida la idea de que el vapeo permite tener más amigos, sentirse mejor y más cómodos durante la socialización. Su consumo por diversión, relajación o placer es el más prevalente”, añade la doctora Sánchez-Prieto.

Además, los niños y adolescentes no son conscientes de los riesgos que implican los vapeadores. Un estudio reciente indica que los adolescentes tenían ideas erróneas sobre los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina y sobre el hecho de que sean menos adictivos que otros productos del tabaco.

La edad de inicio de consumo de este tipo de dispositivos es más temprana que la de los cigarrillos convencionales. El hecho de que el consumo entre jóvenes haya aumentado exponencialmente facilita la perpetuación del consumo durante más años y aumenta el riesgo de cáncer en la mediana edad. “Los fumadores de CE tienen el doble de probabilidades de acabar fumando tabaco convencional que aquellos que no los fuman”, comenta la doctora Sánchez-Prieto.

Tampoco debe considerarse el consumo de CE como una terapia de deshabituación tabáquica ya que “no elimina la deshabituación del hábito de fumar”. “Los CE no deben considerarse seguros. Pese a que los CE contienen menos sustancias tóxicas que los convencionales, los estudios que evalúan si son menos dañinos singuen siendo no concluyentes. De hecho, ningún dispositivo electrónico de este tipo ha sido aprobado por FDA como una ayuda en la deshabituación. Por ello tampoco son aconsejados como una herramienta eficaz para la deshabituación en pacientes con cáncer”, añade.

Los otorrinolaringólogos también advierten sobre los riesgos que suponen las cachimbas o shishas. “Su regulación difiere de la del tabaco. Pueden usarse con hierbas o con tabaco aromatizado que contiene las mismas sustancias que el tabaco incluso una mayor cantidad de CO. Esto provoca una disminución de la captación de O2 que provoca enfermedades respiratorias y cardíacas”, apunta esta especialista.

Tabaco y cáncer de laringe

El tabaco provoca el 85% de los tumores de laringe. Uno de cada cinco casos de cáncer en Europa es atribuible al tabaco, advierte un estudio publicado en European Journal of Cancer lo que supone 750.000 tumores causado por el tabaco. De todos ellos, la mitad afectan al pulmón y un 15% están localizados en el área de cabeza y cuello, afectando sobre todo al labio, la cavidad oral, la faringe y la laringe.“España tiene una de las tasas de incidencia de cáncer de laringe más alta del mundo debido al exceso en el consumo de tabaco.  Existen registros de hasta 18 casos por cada 100.000 habitantes”, comenta el doctor Jon Alexander Sistiaga, presidente de la comisión de Oncología y Cirugía de Cabeza y Cuello.

El tabaco provoca el 25% de los tumores malignos e influye en al menos 18 tipos, entre los que se encuentran el cáncer de orofaringe, laringe, vejiga, riñón, páncreas, cérvix, pulmón, estómago, próstata,etc. Además, es el responsable del 80% de las muertes de cáncer de pulmón, y del 30% de las muertes por cáncer en general. Así, es la primera causa de muerte evitable en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Glotoplastia de Wendler, la cirugía que permite feminizar la voz

El tono vocal es una seña de identidad ya que permite identificar a una persona como hombre o mujer. Es la tarjeta de presentación de un individuo en multitud de ocasiones. La congruencia del tono vocal con la identidad sexual sentida es fundamental para la satisfacción de las personas transgénero.

Uno de los factores determinantes del tono vocal es la longitud de vibración de la propia cuerda vocal. El tamaño de la laringe en varones es notablemente diferente que en mujeres. Varones con un tono vocal alto o agudo tienen laringes pequeñas, con sus correspondientes cuerdas vocales cortas. Además, el tono vocal alto es una característica común en pacientes con sinequia anterior congénita o adquirida. Por todo lo anterior, el tono vocal se eleva mediante la creación de una sinequia anterior que acorte la longitud de vibración de las cuerdas vocales.

Este procedimiento de acortamiento de las cuerdas se puede realizar mediante una intervención quirúrgica sin incisiones exteriores llamada glotoplastia.

¿A quién está dirigida esta cirugía?

La glotoplastia se realiza a mujeres transgénero y a mujeres cisgénero (que nacen con el mismo género que su identidad sexual), pero que debido a trastornos endocrinos tienen exceso de andrógenos.

¿Cómo se realiza?

Consiste en una reducción de la longitud de las cuerdas vocales mediante una sutura de la parte anterior de las dos cuerdas. La glotoplastia de Wendler se acompaña de una reducción con láser de la parte lateral del músculo vocal para reducir masa. Con todo ello se consigue una laringe más pequeña y con mayor tensión, que hace que la voz suene más aguda.

Tiene la ventaja de evitar la realización de incisión en el cuello y buenos resultados a largo plazo, es por esto por lo que en la actualidad es probablemente la técnica para aumentar el tono vocal más utilizada a nivel mundial.

Una modificación a la técnica de Wendler es la realizada por Juan Carlos Casado, presidente de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la SEORL-CCC. Consiste en llevar a cabo una cordotomía longitudinal (desde la comisura anterior hasta el proceso aritenoideo) bien con láser diodo o con bisturí de electrocoagulación. El objetivo de esta cordotomía es triple: disminuir la tensión de la mucosa vocal suturada para permitir un pegado de los bordes de la misma más rápido, al cicatrizar la incisión realizada se incrementará la rigidez de la cuerda vocal y disminuir la masa de las cuerdas vocales.

Recuperación

La recuperación suele ser muy rápida y favorable y la paciente puede darse de alta antes de 24 horas. En el postoperatorio, debe estar en reposo vocal absoluto de 3-10 días y en reposo vocal relativo 2 semanas más. Esta medida limita la tensión de las cuerdas vocales y previene la dehiscencia de la sutura. Se recomienda a las dos semanas de la intervención, iniciar una rehabilitación logopédica postoperatoria (cuya duración debe ser de tres meses) que ayude a modificar el comportamiento vocal lo antes posible.

Complicaciones

Aunque en la mayoría de los casos no suele haber complicaciones, es común un cierto grado de disfonía los primeros meses que se corrige con la rehabilitación logopédica postoperatoria. Con independencia de la recuperación, es esperable también una cierta reducción de la potencia de la voz debido a la disminución del tamaño de la laringe.

Soluciones para el picor de garganta

El picor de garganta se debe a una irritación más o menos leve que puede ir acompañada de otras molestias, como picor de nariz, carraspera, ronquera, congestión nasal o goteo nasal.

Tras estos síntomas, pueden esconderse diversas causas: exposición a agentes irritantes, alergias por alimentos o medicamenos, rinitis alérgica, infecciones bacterianas y virales, deshidratación, reflujo gástrico, entre otras causas.

Desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) proporcionamos una serie de consejos para el picor de garganta:

  • No fumar y evitar los ambientes muy cargados.
  • Tener una correcta hidratación: beber líquidos en pequeña cantidad y demanera frecuente
  • Evitar el consumo de miel y caramelos de menta para eliminar el picor de garganta: pueden producir reflujo.
  • Evitar la excesiva sequedad del ambiente: se puede usar un humidificador y conviene ventilar bien las habitaciones.
  • No consumir comidas y bebidas muy calientes o frías.
  • Limitar el consumo de alcohol, café y otros irritantes.
  • Reducir todo lo posible las comidas picantes y con muchas especias.
  • Se recomienda el consumo de equinácea o propóleo para el picor de garganta.

Cuando el picor está causado por una infección, si es vírica se aconseja un tratamiento con analgésicos y beber abundantes líquidos. Si es de origen bacteriana se podrían prescribir antibióticos, que siempre debe recetar el otorrinolaringólogo.

En aquellas situaciones en las que el origen es alérgico, los fármacos antihistamínicos mejoran la sintomatología.

¿Cuándo acudir al otorrinolaringólogo? 

Ante cualquier problema de garganta que perdure más de 15 días hay que acudir al otorrinolaringólogo, y sobre todo si también aparece la ronquera o se presenta algún síntoma importante como dificultad respiratoria, fiebre, inflamación o dolor de garganta.

En la gran mayoría de los casos no será nada grave, pero hay un porcentaje mínimo de probabilidades de que la suma de síntomas -en este supuesto, afonía más picor- sea un signo de un tumor maligno, sobre todo si el afectado es fumador. Si fuera así, el diagnóstico precoz es crucial para el éxito del tratamiento.

Tipos de paracusia, diagnóstico y tratamiento

La paracusia es el trastorno de la audición que consiste en la alteración de la percepción de las palabras en diferentes situaciones, respecto a un normoyente.

Existen diferentes tipos de paracusia teniendo en cuenta los síntomas que presenta cada patología. Destacan dos tipos que paracusias que clásicamente se presentan en los pacientes con otosclerosis, una enfermedad que consiste en un crecimiento óseo anormal que afecta al estribo (tercer huesecillo del oído).

-Paracusia de Willis: En un entorno ruidoso en el que se eleve la voz, la persona que padece otosclerosis puede oír mejor que en un entorno silencioso. Esto sucede porque  la hipoacusia asociada a otoesclerosis afecta a los sonidos graves (ruido ambiental) mientras que se conservan los sonidos agudos (gran parte de los componentes de la palabra).

-Paracusia de Weber: Consiste en que el paciente oye peor cuando mastica.  Se produce porque en la hipoacusia de conducción, al estar dificultada la percepción sonora del exterior, se perciben más los sonidos internos (basta con probar a ocluirnos uno de los Conductos Auditivos Externos con un dedo y hacer movimientos de masticación, para ver que estos se lateralizan al oído ocluido).

Diagnóstico de la paracusia

El diagnóstico de la paracusia es clínico. Es recomendable realizar un estudio de audición completo para descartar enfermedades asociadas. Las pruebas de audición más comunes son las siguientes:

-Prueba del reflejo acústico o del reflejo estapedial: Evalúa la respuesta del oído a los sonidos fuertes.

-Prueba de tonos puros (audiometría tonal).

-Acumetría con diapasón.

-Pruebas de reconocimiento de frases y palabras (logoaudiometría)

Tratamiento 

Tanto la paracusia de Willis como la de Weber son características de la otoesclerosis. Por ello, la primera opción de tratamiento es la cirugía y se deja como segunda opción el empleo de audioprótesis o medicamentos.

El objetivo de la cirugía será paliar la hipoacusia generada por la enfermedad, y consiste en la sustitución del estribo por una prótesis. En los últimos años estas intervenciones quirúrgicas han incorporado el uso del láser, que permite una mayor precisión y mejor hemostasia intraoperatoria.

En pacientes que no quieran someterse a cirugía o en las que esta esté contraindicada se planteará la adaptación de audioprótesis.

El tratamiento farmacológico tiene como objetivo evitar la progresión de la enfermedad e incluye el empleo de fluoruro de sodio y bisfosfonatos.  El uso de estos medicamentos es controvertido, ya que presentan efectos secundarios y los estudios realizados tienen una baja evidencia científica.

¿En qué casos están indicadas las prótesis auditivas?

Las audioprótesis externas, audífonos o prótesis auditivas son aparatos electrónicos que tienen como función amplificar, procesar y conducir el sonido hacia el oído para que llegue de manera eficiente, ajustándose al rango auditivo de la persona que lo necesita.

El otorrinolaringólogo es el profesional que se ocupa de estudiar la capacidad auditiva, realizar el diagnóstico de la hipoacusia, estudiar sus causas y descartar enfermedades asociadas potencialmente graves. Además, el otorrinolaringólogo es el profesional más cualificado para indicar el mejor tratamiento para cada caso, ya sea una intervención quirúrgica (timpanoplastia), un dispositivo auditivo implantable (inplantes cocleares, implantes de oído medio, implantes de conducción ósea), o una prescripción audioprotésica (audífonos).

Existen una serie de condiciones que deben cumplirse para prescribir una prótesis auditiva. Entre ellas se encuentran:

  • Hipoacusia no susceptible de tratamiento médico y/o quirúrgico.
  • Hipoacusia tratable mediante cirugía, pero que el paciente presente contraindicaciones para la misma, o que la adaptación de la prótesis sea tan válida como la cirugía.
  • Hipoacusia que condicione un déficit auditivo, social y/o profesional.
  • Que no existan enfermedades que impidan el uso de audífonos como patología en el conducto auditivo externo, otitis media crónica etc.

Uno de los principales criterios que se valoran para la adaptación protésica es el grado de hipoacusia. En pérdidas leves, cuyo umbral de audición está situado entre 21-40 dB la adaptación de una audioprótesis es opcional y depende de las necesidades del paciente. En cambio, cuando se tratan de pérdidas más allá de 41dB hasta 120 dB es imprescindible la adaptación protésica.

Ante pérdidas profundas, entre 91 y 120 dB, desde el punto de vista auditivo habría que considerar el implante coclear, especialmente en los casos con muy mala discriminación de la palabra.

Tipo de prótesis auditivas 

Una prótesis auditiva está compuesta de un micrófono, que recoge una señal acústica y la convierte en eléctrica; un amplificador, que procesa esta señal eléctrica según el grado de hipoacusia y un auricular que es a donde llega la señal eléctrica y es transformada en energía acústica, para ser transmitida al oído de forma amplificada.

Las prótesis auditivas se clasifican en función de la vía de amplificación del sonido, del tipo de prótesis y de la tecnología de análisis y transformación de la señal acústica empleada.

En función de la vía de amplificación se distinguen dos tipos:

   -Audífonos de conducción por vía aérea. Diseñados para convertir la energía eléctrica amplificada en energía acústica directamente en el conducto auditivo externo (CAE). La mayoría de los audífonos son de este tipo.

  -Audífonos de conducción por vía ósea, que convierten la energía eléctrica amplificada en vibración mecánica que a través de los huesos del cráneo estimula directamente el oído interno.

En función del tipo de prótesis, se distinguen varios tipos según su diseño, forma y capacidad de amplificación. Entre ellas están las convencionales, de bolsillo o de petaca; las gafas auditivas; las retroauriculares; intra-aurales o endoaurales; intracanal; de inserción profunda o de inserción abierta.

En cuanto al tipo de tecnología, los audífonos han ido perfeccionándose en los últimos años lo que ha permitido su evolución desde los analógicos hasta los digitales. La diferencia entre estos se encuentra en la forma de procesar las señales acústicas. Los digitales tienen un procesador digital que, mediante un algoritmo, procesa la señal acústica adaptándose de forma automática para elaborar la mejor respuesta según el ambiente acústico en que se encuentre.

 

 

Ventajas de la sialoendoscopia

La sialoendoscopia es una técnica endoscópica que permite diagnosticar y tratar la patología salivar obstructiva mediante la exploración de las glándulas y los conductos glandulares afectados. La obstrucción del drenaje de las glándulas salivares suele causar una importante reacción inflamatoria con edema, tumefacción y dolor en el paciente, por lo que es importante su tratamiento lo antes posible.

La sialoendoscopia consiste en la introducción de una cámara (endoscopio) a través del agujero natural del conducto de drenaje de la glándula salivar afectada. Puede hacerse con anestesia local o general, adaptándose a las necesidades de cada paciente. Hasta ahora, el tratamiento de este tipo de patologías se basaba fundamentalmente en la administración de antibióticos o medicamentos antiinflamatorios y, en los casos más graves, en la cirugía tradicional, que permitía hacer un drenaje o aspiración si existía un absceso o directamente implicaba la extirpación de parte de la glándula afectada.

En comparación con la submaxilectomía o la parotidectomía, la sialoendoscopia ha demostrado mayor eficacia y bajo riesgo. Al ser un procedimiento mínimamente invasivo rebaja costes y reduce la estancia hospitalaria. Además, produce un menor trauma quirúrgico, escaso riesgo de sangrado, disminuye las complicaciones y es un procedimiento que preserva la glándula salivar. Tanto la función como la estructura de esta glándula se recuperan después de resolver el mecanismo obstructivo con la sialoendoscopia.

¿Cuándo se debe recurrir a este tratamiento? 

Se puede recurrir a la sialoendoscopia como prueba diagnóstica o como tratamiento que permita corregir la patología salival obstructiva. La técnica permite la extracción de los cálculos de la glándula submaxilar de un tamaño inferior a los cuatro milímetros, reduciéndose éste a los tres milímetros, en el caso de la glándula parótida.

Además del tamaño, también hay que tener en cuenta otros factores que van a influir en el éxito de la intervención como, por ejemplo, la forma y la ubicación exacta de la litiasis (formación de cálculos en los conductos de drenaje de las glándulas salivales mayores, el grado de estrechamiento que presenta el conducto salival).

A la hora de indicar una sialoendoscopia también es importante prestar atención a la morfología y colocación de la dentadura, incluso a la capacidad de apertura de la boca que tenga el paciente. Cuando se presentan este tipo de eventualidades es posible combinar la sialoendoscopia con la cirugía tradicional abierta, recurriendo a ésta última lo mínimo posible.

Síntomas de la obstrucción crónica de las glándulas salivares

La obstrucción crónica de las glándulas salivares disminuye la calidad de vida de los pacientes y puede generar infecciones o abscesos cérvico-faciales. La saliva tiene un alto contenido en minerales por lo que pueden formarse piedras que bloqueen el correcto drenaje de la glándula. En otras ocasiones pueden darse estrecheces del conducto (estenosis) con o sin relación previa a infecciones bacterianas de gérmenes de la boca.

Sea cual sea su causa, esta patología puede generar un hormigueo, dolor o inflamación de las glándulas al comer e incluso cuando se piensa en comida (cólicos salivares). Suele verse agravado con alimentos que generan mucha salivación como encurtidos, limón o vinagre.

Casi 9 de cada 10 maestros de infantil han sufrido disfonía

El 88,5% de los maestros de infantil de segundo ciclo (con alumnos de 3 a 6 años) ha sufrido al menos una disfonía en su carrera profesional. Así lo aseguran los resultados de la encuesta ‘La voz del docente’, elaborada por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), en la que han participado más de 700 profesores de toda España para alertar sobre cómo las patologías de la voz afectan a este grupo profesional y publicada con motivo del Día Mundial de la Voz, que se celebra el 16 de abril.

Del total de docentes encuestados, el 81,79% han tenido alguna vez disfonía. Y son los maestros de infantil los más afectados, seguidos de cerca por los de primaria (85,26% afectados por esta patología). Las cifras mejoran al aumentar la edad de los alumnos. Así aseguran haber sufrido esta condición el 78,61% de los docentes de educación secundaria; el 75% de Bachillerato; y el 85,29% de los que imparten enseñanzas de FP. De hecho, más de la mitad (53,18%) de los encuestados ha sufrido una disfonía el último año; el 33,57% dos o tres; y el 13,25% más de tres. Los docentes de Castilla-La Mancha, Extremadura y Canarias son los que más sufren de disfonía.

Una de cada 13 personas sufre trastornos de la voz pero la mayoría no se tratan adecuadamente, según estimaciones de la SEORL-CCC, pero las cifras aumentan entre algunos colectivos. “Los profesionales de la enseñanza son uno de los grupos laborales con más riesgo de patologías de la voz ya que no han tenido ningún tipo de formación en técnicas vocales por lo que están muy expuestos a molestias que afectan a su calidad de vida y pueden provocar muchas bajas laborales”, explica el doctor Juan Carlos Casado, presidente de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la SEORL-CCC. De hecho, el 29% de los encuestados han estado de baja por un problema en la voz.

Pese a la prevalencia de estas patologías, los profesores españoles no acuden ni al otorrinolaringólogo ni al logopeda para evitar recaer en el abuso vocal. “El 66% de los profesores españoles no han visitado la consulta de Otorrinolaringología y menos aún (71,82%) han ido a un logopeda para aprender técnicas vocales”, destaca el doctor Pedro Cabrera, vocal de la comisión de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la SEORL-CCC, que ofrece el siguiente consejo: “Quienes trabajan con la voz, deben acudir a un especialista si padecen una ronquera que dure más de 15 días, y si fuman a los 10 días”.

Malos hábitos que provocan las disfonías

Por otra parte, los encuestados enumeran las siguientes causas como origen de sus patologías: hablar por encima de los alumnos (58%); hablar de forma constante (28%) y no hacer descansos (13%). Desde la SEORL-CCC se recomienda a los docentes una higiene de la voz. “Se debe descansar la voz con períodos de silencios de 15-20 minutos 2 o 3 veces al día, limitar en la medida de lo posible el uso del teléfono, y no hablar más de 4 horas seguidas ni cantar más de 2”, añade el doctor Cabrera.

Pese a todo, la disfonía no está considerada una enfermedad laboral para este colectivo y el 67% de los docentes no cree que la disfonía se tenga en cuenta como uno de los riesgos en la prevención de riesgos laborales. Diferentes estudios indican que los maestros notan los efectos del abuso vocal con solo una semana de impartir clases, algunos profesores perciben un empeoramiento progresivo de su voz a lo largo del día o de la semana.

Decálogo de consejos para el cuidado de la voz 

Para prevenir las patologías de la voz, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) recomienda el siguiente ‘Decálogo de consejos para cuidar la voz’:

  1. No hablar en ambientes ruidosos. No se debe hablar sobre un fuerte ruido ambiental, pues es un comportamiento de abuso vocal. Algunas alternativas pueden ser: hablar de frente al interlocutor, articular más de lo habitual y hablar claro y lento para evitar repetir.
  2. No fumar. El tabaco es un factor irritante para la laringe. El humo pasa entre las cuerdas vocales y predispone para que aparezcan lesiones benignas como edemas o pólipos. Además, es la principal causa de cáncer de laringe.
  3. No chillar ni hablar gritando puesto que es un comportamiento de esfuerzo vocal. Debemos acomodar nuestro uso de la voz a nuestras posibilidades reales y conocer las posibilidades de nuestro aparato fonador para saber hasta dónde se puede llegar sin realizar esfuerzo. En general, se debe descansar la voz haciendo periodos de 15-20 minutos de silencios dos o tres veces al día, limitar el uso del teléfono, entre otras medidas. En general, no se debe hablar más de 4 horas seguidas ni cantar más de 2 horas.
  4. Vocalizar y respirar bien: es necesario vocalizar bien y respirar de manera cómoda para evitar forzar y elevar la voz, sobre todo en profesiones donde el uso de la voz es continuo, como la de los profesores.
  5. Hidratarse correctamente: beber unos dos litros de agua diarios para que la mucosa que recubre a las cuerdas vocales esté bien hidratada.
  6. Descansar de forma adecuada. La fatiga corporal se refleja en la voz. Se debe descansar para obtener el máximo rendimiento vocal. Hay que dormir más de seis horas, y descansar antes de utilizar mucho la voz, especialmente en los profesionales de la voz.
  7. No utilizar el aire pulmonar residual al hablar. Nunca se debe hablar con el resto final de aire y sentir sensación de ahogo. Es un comportamiento de esfuerzo. Esto ocurre cuando se marcan las venas del cuello al hablar.
  8. Evitar los irritantes laríngeos como el humo y las áreas polvorientas. Evitar, también, hablar en ambientes muy secos: la sequedad ambiental quita protección a las cuerdas vocales. Es conveniente utilizar un humidificador, evitar los ambientes con mucha calefacción o aire acondicionado, abrir y ventilar las habitaciones para renovar el aire.
  9. No carraspear. El carraspeo es un comportamiento de esfuerzo traumático para las cuerdas vocales. Es un movimiento fuerte y violento. Algunas alternativas para evitarlo pueden ser: tragar saliva, beber pequeños sorbos de agua, realizar una tos sorda (sin juntar las cuerdas vocales).
  10. Realizar controles periódicos de la voz, con el otorrinolaringólogo. Y consultar siempre que una disfonía se mantenga más de 15 días.

Patologías de la voz en niños

Las patologías de voz más comunes en niños son las disfonías funcionales y orgánicas.

Las disfonías funcionales se deben a un mal funcionamiento de los aparatos fonadores, mientras que las disfonías orgánicas se dan por una causa orgánica como un nódulo, un pólipo o un quiste.

Causas

  • Infecciones respiratorias, concretamente las laringitis agudas. Se trata de infecciones, en su mayoría producidas por virus, que provocan inflamación de la laringe, incluidas las cuerdas vocales. Esto produce que los niños tengan una tos “de perro”, dolor de garganta, estridor (un ruido producido con la inspiración) y en algunos casos dificultad respiratoria que suele manifestarse o empeorar por la noche, cuando llevan un rato durmiendo. En este caso la disfonía o afonía suele durar sólo unos días, con una recuperación completa.

 

  • Uso inadecuado de la voz (tanto por gritar demasiado como por hablar en susurros de forma prolongada) y el llanto prolongado o frecuente. Suele ser más frecuente en niños que tienden a gritar demasiado y con actividades ruidosas.

 

  • La laringitis de causa alérgica también puede producir disfonía de forma crónica. En este caso, suele acompañarse de síntomas como el moqueo y picor nasal, los estornudos o la tos.

 

  • Los nódulos o pólipos de cuerdas vocales han de descartarse en caso de presentar una afonía o disfonía prolongada. Suponen entre el 38 y el 78% de las disfonías crónicas en el niño, siendo la causa más frecuente. Suelen presentarse cuando los niños inician las actividades en grupo y disminuyen en la pubertad. Son 3 veces más frecuentes en los varones, y podrían considerarse como una manifestación orgánica de una hiperfunción laríngea funcional, aunque en ocasiones hay otros factores implicados, como el reflujo faringolaríngeo o la insuficiencia velopalatina (el paladar suave no se cierra firmemente contra la parte trasera de la garganta).

Signos de alarma

  • Cuando la afonía o la disfonía dura más de dos semanas es recomendable consultar con el pediatra, pues requiere la valoración de un especialista en otorrinolaringología.

 

  • En caso de que presente dificultad para tragar o para respirar es necesario que la valoración sea urgente, por el riesgo potencial.

 

  • Las manifestaciones asociadas que aparecen en enfermedades graves, tales como el cáncer de laringe, son poco frecuentes en niños: ganglios de consistencia dura en el cuello, tos con sangre, pérdida de peso no explicable por otras causas.

¿Qué complicaciones pueden darse en una otitis media?

Una complicación de una otitis media se define como el proceso en el que la inflamación o infección del oído medio se extiende más allá de los espacios neumatizados y del recubrimiento mucoso de las cavidades del oído medio. La terapia antibiótica ha conseguido disminuir significativamente la incidencia de las complicaciones de la otitis, que en la actualidad se sitúa en torno al 0,5. Las complicaciones de la Otitis Media Aguda (OMA) son más frecuentes en población pediátrica. En el caso de la Otitis Media Crónica (OMC), la presencia de cefalea y/u otalgia asociada a otorrea fétida debe hacernos sospechar de una complicación neurológica.

Ante la sospecha de una otitis media complicada deben realizarse análisis de sangre, una prueba de imagen, siendo la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) fundamentales en el diagnóstico, y una punción lumbar en caso de sospechar de una meningitis otógena. Por su disponibilidad y rapidez, la TC es el estudio de imagen de elección inicial, y también definitivo en la mayoría de los casos. La RM se reserva para el estudio del oído interno y para la valoración más precisa de complicaciones intracraneales.

Las complicaciones de las otitis medias se clasifican, según su localización, en intratemporales (también conocidas como extracraneales) e intracraneales. Más del 30% de las complicaciones intracraneales se preceden de una complicación intratemporal.

Complicaciones intratemporales

Las complicaciones intratemporales se producen por la extensión de la infección y de los fenómenos inflamatorios hacia las distintas regiones del hueso temporal.

Son más frecuentes en el contexto de una otitis media subaguda o crónica, salvo la mastoiditis aguda, que suele producirse a partir de una OMA.

Las complicaciones intratemporales más habituales son:

Mastoiditis

Es causada por una infección en el oído medio que  afecta a la mucosa y celdas óseas de la porción mastoidea del hueso temporal. La mastoiditis es la complicación más frecuente de la OMA y suele presentarse en niños pequeños. De hecho, la mayoría de los pacientes con mastoiditis coalescente tienen menos de 2 años. Además, se considera el punto de partida de otras complicaciones intratemporales y/o intracraneales.

Absceso subperióstico

Es la forma evolutiva más frecuente de la mastoiditis aguda, produciéndose una colección purulenta contenida por el periostio de la mastoides y los planos blandos más superficiales. Se manifiesta como una hinchazón retroauricular dolorosa y fluctuante a la palpación, con un despegamiento llamativo del pabellón auricular hacia abajo y lateralmente.

Petrositis

Surge tras la infección de la punta del peñasco (parte del hueso temporal) que evoluciona desde una  otomastoidis aguda o crónica. Requiere que la punta del peñasco esté neumatizada, lo cual puede suceder hasta en un 30% de la población.

Parálisis facial

Una  infección del oído puede afectar al nervio facial en cualquier punto de su trayecto, siendo más frecuente que lo haga a nivel de la porción timpánica del conducto de Falopio. Mientras que en niños la parálisis facial es más frecuente verla en relación con una OMA, en adultos es más habitual que se produzca como complicación de una OMC. Los pacientes pueden presentar diferentes grados de paresia (disminución de la fuerza de los músculos), pero en la mayoría se produce la recuperación completa tras el tratamiento.En el caso de las OMC, la aparición de una parálisis facial suele producirse por la presencia de un colesteatoma.

Laberintitis

La laberintitis tiene lugar cuando  la infección penetra   la cápsula ótica que rodea al laberinto,produciendo una . Puede ser la complicación tanto de una OMA como de una OMC. Los síntomas incluyen pérdida de la audición neurosensorial severa, acúfenos y vértigo. El cuadro es brusco, intenso e incapacitante.

Complicaciones intracraneales

Las complicaciones intracraneales se clasifican según un criterio topográfico, lo que no significa que sean procesos independientes, si no que en muchos casos coexisten varios de ellos.

Absceso epidural

La infección producida por la otitis destruye paredes óseas del hueso temporal permitiendo el paso de material purulento al espacio epidural. Es una de las complicaciones intracraneales más frecuentes. Los síntomas que se pueden presentar son: febrícula, ligera afectación del estado general, postración, anorexia o cefalea que aumenta con los movimientos cefálicos, por lo que puede pasar desapercibido.

Tromboflebitis de senos venosos durales

Consiste en la presencia de trombosis en el seno venoso dural, que recibe sangre de venas externas e internas del cerebro. Los pacientes presentan fiebre elevada y signos de hipertensión intracraneal grave (cefalea, vómitos en escopetazo, disminución del nivel de consciencia).

Empiema subdural

Es el cúmulo de material purulento que se desarrolla entre la duramadre (capa exterior de tejido que protege el cerebro) y la capa media de los tejidos (aracnoides) que recubren el encéfalo. El paciente presentará fiebre persistente, signos de irritación meníngea (cefalea, signos meníngeos positivos), deterioro cognitivo difuso y disminución rápidamente progresiva del nivel de consciencia

Meningitis otógena

Es la inflamación de las membranas meníngeas causada por gérmenes procedentes de una infección ótica. La clínica propia de la meningitis consiste en un cuadro de fiebre elevada y clínica neurológica con cefalea, fotofobia, inquietud, obnubilación, desorientación y rigidez cervical.

Absceso encefálico

El absceso encefálico es el resultado de una necrosis (muerte del tejido) del parénquima cerebral (constituido principalmente por neuronas, células gliales y vasos sanguíneos) producida a partir de la inflamación del tejido nervioso. Se trata de una complicación muy poco frecuente, pero muy grave, con una importante morbilidad y mortalidad. El paciente presentará fiebre y un cuadro clínico característico denominado tríada de Bergman, que agrupa un síndrome séptico, un síndrome de hipertensión intracraneal (cefalea, vómitos y disminución del nivel de consciencia) y un síndrome neurológico (hemiparesia, alteración del carácter, déficit de campo visual, síndrome cerebeloso).

Cuándo acudir al otorrinolaringólogo en el caso de una otitis media

 Tal y como hemos señalado anteriormente, la propagación de la otitis media en ocasiones puede conducir a la aparición de complicaciones. Por ello, es importante acudir en las etapas iniciales de la infección al otorrinolaringólogo.

Los signos y síntomas de una infección del oído pueden indicar varias afecciones. Es importante obtener un diagnóstico preciso y oportuno, así como el tratamiento adecuado.

 Los signos y síntomas comunes en los niños son:

  • Dolor de oído, especialmente al acostarse
  • Trastornos del sueño
  • Inquietud
  • Dificultad para oír o responder a los sonidos o señales
  • Pérdida de equilibrio
  • Fiebre
  • Secreción de líquido del oído
  • Dolor de cabeza

Los signos y síntomas comunes en los adultos son:

  • Dolor de oído
  • Secreción de líquido del oído
  • Dificultad para escuchar

Es importante acudir al otorrinolaringólogo si los síntomas, anteriormente mencionados, duran más de un día, los síntomas están presentes en un niño menor de 6 meses, el dolor de oído es intenso o si se observa una secreción de líquido en el oído.