La paracusia es el trastorno de la audición que consiste en la alteración de la percepción de las palabras en diferentes situaciones, respecto a un normoyente.

Existen diferentes tipos de paracusia teniendo en cuenta los síntomas que presenta cada patología. Destacan dos tipos que paracusias que clásicamente se presentan en los pacientes con otosclerosis, una enfermedad que consiste en un crecimiento óseo anormal que afecta al estribo (tercer huesecillo del oído).

-Paracusia de Willis: En un entorno ruidoso en el que se eleve la voz, la persona que padece otosclerosis puede oír mejor que en un entorno silencioso. Esto sucede porque  la hipoacusia asociada a otoesclerosis afecta a los sonidos graves (ruido ambiental) mientras que se conservan los sonidos agudos (gran parte de los componentes de la palabra).

-Paracusia de Weber: Consiste en que el paciente oye peor cuando mastica.  Se produce porque en la hipoacusia de conducción, al estar dificultada la percepción sonora del exterior, se perciben más los sonidos internos (basta con probar a ocluirnos uno de los Conductos Auditivos Externos con un dedo y hacer movimientos de masticación, para ver que estos se lateralizan al oído ocluido).

Diagnóstico de la paracusia

El diagnóstico de la paracusia es clínico. Es recomendable realizar un estudio de audición completo para descartar enfermedades asociadas. Las pruebas de audición más comunes son las siguientes:

-Prueba del reflejo acústico o del reflejo estapedial: Evalúa la respuesta del oído a los sonidos fuertes.

-Prueba de tonos puros (audiometría tonal).

-Acumetría con diapasón.

-Pruebas de reconocimiento de frases y palabras (logoaudiometría)

Tratamiento 

Tanto la paracusia de Willis como la de Weber son características de la otoesclerosis. Por ello, la primera opción de tratamiento es la cirugía y se deja como segunda opción el empleo de audioprótesis o medicamentos.

El objetivo de la cirugía será paliar la hipoacusia generada por la enfermedad, y consiste en la sustitución del estribo por una prótesis. En los últimos años estas intervenciones quirúrgicas han incorporado el uso del láser, que permite una mayor precisión y mejor hemostasia intraoperatoria.

En pacientes que no quieran someterse a cirugía o en las que esta esté contraindicada se planteará la adaptación de audioprótesis.

El tratamiento farmacológico tiene como objetivo evitar la progresión de la enfermedad e incluye el empleo de fluoruro de sodio y bisfosfonatos.  El uso de estos medicamentos es controvertido, ya que presentan efectos secundarios y los estudios realizados tienen una baja evidencia científica.