El oído medio es una cavidad llena de aire donde se encuentran los huesos del oído que necesitan de una correcta aireación para transmitir adecuadamente los sonidos. El oído medio está separado del exterior por medio de la membrana timpánica, pero se comunica a través de la trompa de Eustaquio con las fosas nasales. Normalmente esta trompa se encuentra cerrada y se abre para igualar las presiones con el exterior y tener una correcta aireación del oído cuando se abre la boca, se mastica, se bosteza, se deglute, etc. Si existe disfunción tubárica, esta corrección de presiones no se realiza de forma adecuada y puede ocasionar dolor, taponamiento y problemas de oído medio. La disfunción tubárica es un fallo en la función ventilatoria de la trompa de Eustaquio sobre el oído medio.
Se pueden distinguir tres tipos de disfunción tubárica: disfunción tubárica obstructiva, disfunción tubárica patulosa y disfunción tubárica baroinducida.
Disfunción tubárica obstructiva
La disfunción tubárica obstructiva se define como un fallo en la apertura normal de la trompa de Eustaquio en cualquiera de sus fases, con alteración secundaria en la ventilación del oído medio. Los signos y síntomas descritos en la disfunción tubárica obstructiva son en general poco específicos y difíciles de valorar o cuantificar. Entre los síntomas más comunes se encuentran la sensación de plenitud ótica, acúfenos, taponamiento ótico o imposibilidad de equilibrar las presiones, hipoacusia fluctuante, autofonía y otalgia. Su diagnóstico es esencialmente clínico y principalmente viene dado por la aparición de síntomas sugestivos junto a una otoscopia compatible y un timpanograma.
Disfunción tubárica baroinducida
La disfunción tubárica baroinducida se produce cuando la trompa no se abre adecuadamente por cambios agudos de la presión atmosférica.
La dilatación tubárica con balón es la técnica más utilizada actualmente como tratamiento en ambos casos. Se trata de una cirugía mínimamente invasiva que consiste en la introducción transnasal de un catéter dotado de un balón de dilatación en la trompa de Eustaquio con el objetivo de dilatar su parte cartilaginosa. Una vez finalizada la cirugía, se pautará en función de cada caso, la toma de analgésicos y antiinflamatorios y, en ocasiones, corticoides tópicos.
La dilatación tubárica con balón está indicada en adultos que sufren una disfunción de causa obstructiva, uni o bilateral, con otitis media secretora, otitis media adhesiva leve-moderada, barotraumatismos de repetición o atelectasia leve-moderada, en los que ha fallado la timpanoplastia.
Disfunción tubárica patulosa
La disfunción tubárica patulosa es una variedad particular de disfunción tubárica en la cual la trompa de Eustaquio (TE) permanece anormalmente abierta. Los síntomas más comunes son autofonía, sensación de plenitud ótica, taponamiento y aerofonía (oír la propia respiración).
En este tipo de disfunción se han descrito gran variedad de tratamientos que van desde las medidas conservadoras hasta el tratamiento quirúrgico, y debe ser elegido en función de la severidad de los síntomas. Con medidas conservadoras se hace referencia al incremento de la ingesta de líquidos, aumentar de peso, lavados nasales o realizar maniobras posturales como agachar la cabeza entre las piernas.
En pacientes con síntomas leves o discontinuados, los tratamientos conservadores son habitualmente suficientes, mientras que en los casos severos y con clínica permanente será necesario un tratamiento más agresivo.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, el objetivo de algunas técnicas es aumentar la masa de la membrana timpánica para limitar la movilidad de la misma. La colocación de drenajes transtimpánicos es sin duda de todas ellas la más usada, con unos resultados que oscilan entre el 53% y el 100% de alivio parcial o total de los síntomas.