La extirpación de las amígdalas o amigdalectomía es aconsejable cuando los episodios de amigdalitis son tan frecuentes o graves que afectan a la salud general e interfieren en sus actividades cotidianas. Sin embargo, esto no siempre ha sido así.

“En los años 70 y principios de los 80 llegaba un niño a la consulta, con una o dos amigdalitis, y le operábamos a él y a su hermano. Se trataba de algo exagerado, porque las amígdalas forman parte del mecanismo de defensa del cuerpo”, revela el doctor Juan Carlos Casado, presidente de la comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).

Después de este período le se inicióuna época en la que los otorrinolaringólogos fueron más estrictos con las indicaciones. Actualmente hay una serie de criterios bien establecidos que indican cuándo debe realizarse una amigdalectomía.

Un estudio de Reino Unido liderado por Janet A. Wilson, de la Universidad de Newcastle, publicado en The Lancet concluye que un paciente es candidato a cirugía si tiene al menos cinco episodios anuales de amigdalitis en los últimos dos años, o al menos tres episodios anuales en los últimos tres años. Cada uno de ellos debe caracterizarse por un exudado purulento, fiebre mayor de 38 grados o un cultivo positivo para estreptococo betahemolítico del grupo A. A nivel pediátrico, en lugar de cinco episodios anuales, se establece un mínimo de seis.

En él se reporta la experiencia de 27 hospitales, con 453 pacientes mayores de 16 años que fueron tratados de su amigdalitis entre 2015 y 2018, observando su evolución en los dos años siguientes a la intervención.

EN ESPAÑA SE REALIZAN UNAS 25.000 AMIGDALECTOMÍAS AL AÑO 

Tras un periodo en que cayó en desuso la amigdalectomía en España, dicha cirugía fue recuperándose, desde inicios del presente siglo, para alcanzar en 2014 la mayor cifra de intervenciones: 31.414. A partir de ahí, la cifra se ha mantenido entre las 25.000 y las 29.000.

“Probablemente, ahora se hacen menos que antes porque han surgido alternativas como vacunas, pero actualmente estamos haciendo las cosas bien, siguiendo unos criterios estrictos”, explica el doctor Casado.

La amigdalectomía tiene una indicación claramente establecida. La intervención es especialmente dolorosa, por lo que el postoperatorio hay que tratarlo con analgésicos potentes. El paciente suele estar entre 10 y 15 días de baja, pero al cabo de dos semanas vuelve a la normalidad y no vuelve a tener amigdalitis.