¿Cuál es el papel del ORL en la apnea del sueño?
En los trastornos respiratorios del sueño intervienen estructuras anatómicas que abarcan la cavidad nasal, la faringe, la laringe y la tráquea. Todas estas áreas son conocidas y exploradas en la práctica clínica diaria por el otorrinolaringólogo cirujano de cabeza y cuello.
Entre los distintos tipos de trastornos del sueño se distinguen el síndrome de apnea del sueño central, el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), los trastornos de hipoventilación alveolar no obstructiva, hipoxemia del sueño debida a trastornos neuromusculares u otros trastornos respiratorios del sueño no específico, como ronquido o catatrenia. Se trata por tanto de un conjunto de enfermedades complejas cuya causa principal es la obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño. Todas ellas requieren de un abordaje multidisciplinar en el que están involucrados médicos de familia, neumólogos, neurofisiólogos clínicos, otorrinolaringólogos, odontólogos, neurólogos, etc. La visión de cada uno de los profesionales involucrados ha contribuido a aumentar el conocimiento sobre los trastornos respiratorios del sueño y ha aumentado las alternativas terapéuticas para cada uno de los pacientes.
El papel del otorrinolaringólogo en el diagnóstico y tratamiento de la apnea del sueño es fundamental. En primer lugar, deberá ocuparse de realizar una exploración de la vía aérea superior, de suma importancia para tener un mayor conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, detectará posibles anomalías que predisponen a padecerla y permitirá establecer un diagnóstico topográfico de la obstrucción.
Durante la exploración nasal valorará la presencia de rinitis crónica u obstrucción nasal crónica en pacientes con SAOS, pues existe una relación entre su presencia y la calidad del sueño, el ronquido y la somnolencia diurna excesiva.
Por otro lado, el conocimiento del otorrinolaringólogo de las diferentes técnicas quirúrgicas empleadas para tratar la apnea del sueño resulta fundamental cuando existe falta de tolerancia de la presión continua en las vías respiratorias (CPAP), así como otros dispositivos. Así, el tratamiento quirúrgico de la apnea del sueño incluye la cirugía nasal, la cirugía de adenoides y amígdalas, cirugía del paladar, cirugía de base de la lengua, la epiglotoplastia o la traqueostomía, entre otras. Todas ellas abordan estructuras anatómicas que son ampliamente conocidas y estudiadas por el otorrinolaringólogo.
Además, el otorrinolaringólogo desempeña un papel fundamental en el seguimiento clínico a corto, mediano y largo plazo del paciente por el riesgo de SAOS residual y de recurrencia.