El tono vocal es una seña de identidad ya que permite identificar a una persona como hombre o mujer. Es la tarjeta de presentación de un individuo en multitud de ocasiones. La congruencia del tono vocal con la identidad sexual sentida es fundamental para la satisfacción de las personas transgénero.

Uno de los factores determinantes del tono vocal es la longitud de vibración de la propia cuerda vocal. El tamaño de la laringe en varones es notablemente diferente que en mujeres. Varones con un tono vocal alto o agudo tienen laringes pequeñas, con sus correspondientes cuerdas vocales cortas. Además, el tono vocal alto es una característica común en pacientes con sinequia anterior congénita o adquirida. Por todo lo anterior, el tono vocal se eleva mediante la creación de una sinequia anterior que acorte la longitud de vibración de las cuerdas vocales.

Este procedimiento de acortamiento de las cuerdas se puede realizar mediante una intervención quirúrgica sin incisiones exteriores llamada glotoplastia.

¿A quién está dirigida esta cirugía?

La glotoplastia se realiza a mujeres transgénero y a mujeres cisgénero (que nacen con el mismo género que su identidad sexual), pero que debido a trastornos endocrinos tienen exceso de andrógenos.

¿Cómo se realiza?

Consiste en una reducción de la longitud de las cuerdas vocales mediante una sutura de la parte anterior de las dos cuerdas. La glotoplastia de Wendler se acompaña de una reducción con láser de la parte lateral del músculo vocal para reducir masa. Con todo ello se consigue una laringe más pequeña y con mayor tensión, que hace que la voz suene más aguda.

Tiene la ventaja de evitar la realización de incisión en el cuello y buenos resultados a largo plazo, es por esto por lo que en la actualidad es probablemente la técnica para aumentar el tono vocal más utilizada a nivel mundial.

Una modificación a la técnica de Wendler es la realizada por Juan Carlos Casado, presidente de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la SEORL-CCC. Consiste en llevar a cabo una cordotomía longitudinal (desde la comisura anterior hasta el proceso aritenoideo) bien con láser diodo o con bisturí de electrocoagulación. El objetivo de esta cordotomía es triple: disminuir la tensión de la mucosa vocal suturada para permitir un pegado de los bordes de la misma más rápido, al cicatrizar la incisión realizada se incrementará la rigidez de la cuerda vocal y disminuir la masa de las cuerdas vocales.

Recuperación

La recuperación suele ser muy rápida y favorable y la paciente puede darse de alta antes de 24 horas. En el postoperatorio, debe estar en reposo vocal absoluto de 3-10 días y en reposo vocal relativo 2 semanas más. Esta medida limita la tensión de las cuerdas vocales y previene la dehiscencia de la sutura. Se recomienda a las dos semanas de la intervención, iniciar una rehabilitación logopédica postoperatoria (cuya duración debe ser de tres meses) que ayude a modificar el comportamiento vocal lo antes posible.

Complicaciones

Aunque en la mayoría de los casos no suele haber complicaciones, es común un cierto grado de disfonía los primeros meses que se corrige con la rehabilitación logopédica postoperatoria. Con independencia de la recuperación, es esperable también una cierta reducción de la potencia de la voz debido a la disminución del tamaño de la laringe.