¿Cómo se realiza el cambio de tono vocal?
La operación que consiste en conseguir una voz más aguda, es decir, una voz más estereotipadamente femenina, suele ir dirigida fundamentalmente a las mujeres trans. En cambio, en el caso del descenso vocal, que sería conseguir una voz más grave o estereotipadamente masculina, va dirigido tanto a personas que tienen una puberfonía, es decir, que han sufrido un trastorno de la muda vocal en la adolescencia, y también a hombres trans que no responden al tratamiento hormonal.
El aumento de tono vocal, conseguir una voz más aguda, se realiza mediante una cirugía denominada glotoplastia, que se efectúa por la boca y consiste en obtener unas cuerdas vocales más cortas, más finas y tensas.
En el caso del descenso del tono vocal, tener una voz más grave, consiste en una cirugía que se denomina tiroplastia tipo III que se realiza por vía externa por el cuello y es todo lo contrario, consigue unas cuerdas vocales más flácidas y gruesas.
¿Cómo es el postoperatorio?
El postoperatorio consiste en un reposo vocal, en el caso del aumento del tono vocal será de dos semanas y de una semana si se trata del descenso del tono vocal.
“Después de ese reposo vocal es imprescindible realizar sesiones de logopedia con un experto en cambios de tono vocal”, afirma el doctor Juan Carlos Casado, presidente de la comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución.
¿Cómo mejora la calidad de vida del paciente tras someterse a esta operación?
“El cambio que se produce en la vida de las personas que se someten a esta operación es espectacular porque mejora su autoestima, y esto supone un cambio en su esfera personal, profesional, familiar y social”, explica el doctor Casado.
El hecho de que no tengan miedo a utilizar su voz hace que todo su aspecto psicológico cambie. “Como otorrinolaringólogo de oído, nariz y garganta, esta es la cirugía que más satisfacciones me ha generado debido al cambio que se produce en la vida de las personas”.
¿Es perjudicial usar tapones a diario?
El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 65 dB. Si la exposición es superior a 85 dB, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que, si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.
Frente a este problema, la solución que muchas personas encuentran es el uso de tapones para los oídos. Se trata de dispositivos que se insertan dentro del canal auditivo externo y que protegen de los ruidos fuertes, evitan que entre agua, arena y viento.
En general, se considera que el uso de tapones para los oídos es seguro cuando se emplean de forma ocasional, al asistir a un evento ruidoso o en circunstancias puntuales. De hecho, puede ser beneficioso al reducir el riesgo de que haya daño auditivo. Pero ¿podemos usarlos a diario, para trabajar o dormir?
El doctor Luis Lassaletta presidente de la comisión de Otología de la SEORL-CCC asegura que dependerá del tipo de tapones que utilicemos y también de las precauciones que tengamos: “Hay distintos tipos de tapones y dependerá de cuál utilicemos y de si tenemos una adecuada higiene de manos y una técnica correcta de inserción. El uso en sí de tapones no es un problema depende de la anatomía y las características del conducto de cada persona”.
Los tapones que más se utilizan son los de espuma, silicona y cera:
Espuma: son prácticamente inocuos para el oído, pero aíslan poco.
Silicona: son una buena opción para ambientes de trabajo, sin embargo, son más difíciles de encajar a la perfección en el oído. Estos tienen la gran ventaja de que su duración es mucho mayor si los cuidas bien.
Cera: se amoldan al conducto auditivo externo de cada persona y, en este sentido, son mejores aislantes. Sin embargo, al usarlos tenemos el riesgo que se quede algo de la propia cera en el conducto y no pueda salir, ya que, al introducir el tapón, podemos empujar la cera hacia el tímpano y eso puede causar alguna lesión. Con el uso continuado, puede generar irritación del conducto, de la piel y otros problemas.
“Hay tapones más adaptados a la anatomía, que se fabrican en los gabinetes de prótesis. Hacen un molde específico para cada paciente, igual que se hace el molde de un audífono. De esa forma, se reproduce la forma del conducto externo y se hace un tapón con esa forma exacta. Así, quienes los necesitan para descansar pueden usar tapones con oclusión total para que atenúe lo más posible los estímulos”, detalla el doctor Lasaletta.
Facultativo/a especialista en Otorrinolaringología
ESPECIALISTA EN OTORRINOLARINGOLOGÍA
Belle opportunité d’installation/succession pour Chirurgien ORL en Nouvelle-Calédonie
¿Qué ocurre cuando un niño tiene vegetaciones?
Las adenoides o vegetaciones forman parte del llamado anillo linfático de Waldeyer, la primera línea de defensa que tiene nuestro cuerpo en la vía área y digestiva frente a todos los patógenos exteriores que entran en nuestro cuerpo a través de la respiración o la alimentación.
En los niños entre los 3 y los 10 años el tejido adenoideo está funcionando a pleno rendimiento. A partir de los diez y en la pubertad empieza a disminuir el tamaño porque nuestro cuerpo ya ha aprendido de los patógenos que debe defenderse. Pero para trabajar a pleno rendimiento las vegetaciones crecen, y ahí aparece el problema, en el tamaño de estas.
“Cuando crecen excesivamente, adquiriendo un tamaño muy grande (vegetaciones hipertróficas), provocan que el niño no pueda respirar por la nariz y eso va a generar una gran variedad de problemas”, explica el doctor Ignacio Jiménez, presidente de la comisión ORL Pediátrica de la SEORL-CCC.
Los problemas que pueden generar son:
- Apneas obstructivas del sueño
- Alteraciones en el desarrollo nasofacial
- Pueden cambiar la estructura de la cara
- Provocan sinusitis
- Son las causantes de las otitis de repetición: Las trompas de Eustaquio desembocan justo donde se sitúan las adenoides, si estas las obstruyen el oído no ventila bien y eso hace que el niño tenga infecciones y/o problemas de audición.
Las principales señales que deben poner en alerta a los padres sobre un posible crecimiento de las vegetaciones son:
- El niño tienda a estar siempre con la boca abierta.
- Respiración bucal en lugar de nasal.
- Moqueo en exceso.
- Otitis de repetición.
- Problemas de audición.
¿Cuándo es conveniente operar las adenoides (vegetaciones) de los niños?
Los otorrinolaringólogos aseguran que en muchas ocasiones la única solución en caso de que el menor tenga vegetaciones hipertróficas es la cirugía.
Si a largo plazo no respira correctamente por la nariz, presenta apneas durante el sueño y tiene otitis de repetición y no oye bien es probable que el otorrinolaringólogo, después de hacer una exploración, plantee la operación.
La operación de vegetaciones no requiere una preparación especial, solo lo habitual en cualquier cirugía que requiera anestesia general.El postoperatorio es bastante bien tolerado, poco doloroso, al contrario que la cirugía de anginas o amígdalas (amigdalectomía), y en cuestión de 48 horas los niños están reincorporándose a sus actividades cotidianas.