¿Qué efectos causa el ruido en la salud auditiva?

Se calcula que una tercera parte de la población mundial y 3 de cada 4 habitantes de ciudades industrializadas tienen algún grado de pérdida auditiva como consecuencia de la exposición a sonidos de alta intensidad. El ruido, es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un sonido desagradable y molesto que es potencialmente nocivo para la audición.  El ruido del tráfico, de los transportes como el avión o el tren, así como las fuentes de ocio ruidosas, como conciertos o discotecas, son las principales fuentes de ruido en España. Todos ellos pueden dañar los oídos y la salud en general.

Además, en los últimos años, los otorrinolaringólogos han detectado otros factores de riesgo procedentes del uso de reproductores personales de música con auriculares a volúmenes excesivamente elevados. De hecho, su uso es la actividad diaria más popular entre los universitarios, lo que está condicionando que la pérdida auditiva aparezca a edades más tempranas, adelantando la aparición de déficit de audición asociado a la edad unos 20 años. Se recomienda no escuchar la música a más del estándar mínimo de salida automático con el encendido que es menor de 85 dB. Si el usuario decide, voluntariamente, incrementar los niveles a más de 85 dB, estos dispositivos incorporan medidas de aviso cada 20 horas de escucha, que alerta de riesgo y de que estamos en rango peligroso. Nunca se deben de sobrepasar los 100 dB. Además, se debe tener en cuenta que el uso de insertores es aún más perjudicial.

Por ello, desde la SEORL-CCC se anima a los jóvenes a estar informados y protegerse del ruido para lo que pueden hacer uso de aplicaciones móviles con sonómetro y activar también las prestaciones del móvil que protegen y ofrecen seguridad para la salud auditiva. Y es que hoy en día los smartphones incorporan una serie  de herramientas que permiten hacer mediciones acústicas a través de un micrófono y alertan de los niveles de ruido peligrosos para la salud. Un estudio reciente publicado en Laryngoscope concluye que las aplicaciones de teléfonos inteligentes que utilizan micrófonos externos calibrados pueden proporcionar mediciones de sonido útiles. En su análisis, los autores, comprobaron que los lugares de música muestreados aleatoriamente pueden tener niveles de ruido que ponen a los usuarios sin protección auditiva en riesgo de pérdida auditiva inducida por ruido con una exposición prolongada.

Una fórmula muy práctica para tener en cuenta es la de 60-60: para prevenir la aparición precoz de la pérdida auditiva los especialistas recomiendan hacer uso de este tipo de aparatos con algunas limitaciones, como no utilizarlos más de 60 minutos (1 hora al día),  y no superar el 60% de su volumen.

Efectos del ruido

El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 65 dB. Si la exposición es superior a 85 dB,  ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.

La pérdida de audición, hipoacusia, inducida por el ruido, conocido también como traumatismo acústico (agudo o crónico), es un problema de salud que se incrementa con el avance de la civilización. Por ello el ruido se engloba dentro del término contaminación acústica.

El traumatismo acústico agudo se produce cuando hay una exposición a un ruido único de muy corta duración pero de muy alta intensidad, son los llamados ruidos de tipo impulsivo (una explosión, disparos, petardos…). También puede producirse por determinados ruidos industriales o los generados en discotecas o conciertos.

Por su parte, el traumatismo acústico crónico, llamado también daño auditivo inducido por el ruido, es la pérdida auditiva continua, permanente y acumulativa, de origen neurosensorial, que se desarrolla  de forma gradual a lo largo de los años, como consecuencia de la exposición a niveles perjudiciales de ruido ambiental o laboral, de tipo continuo o intermitente, de intensidad relativamente alta.

Al principio, la lesión del oído interno y la pérdida de audición pueden ser temporales, durando minutos, horas o días, pero si  la exposición es repetitiva, la lesión del oído interno puede producir una pérdida auditiva permanente. Así, en una primera fase la sordera es moderada, solo de frecuencias agudas y se puede revertir. Sin embargo, después el daño auditivo se hace permanente e irreversible afectando también a las frecuencias medias y las bajas llegando a presentar una sordera severa.

Así es como el ruido afecta a la audición, dificulta la comunicación y produce otros efectos negativos sobre la salud: incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, produce insomnio, genera estrés y problemas psicológicos, dificulta el aprendizaje al disminuir la capacidad de atención y concentración e incluso la memoria y la motivación. Tantos son sus efectos que la OMS alerta de que por culpa del ruido, los europeos pierden 1.6 millones de años de vida saludable.

Otoplastia: la cirugía que corrige las orejas prominentes o de soplillo

Las orejas en asa, prominentes o de soplillo constituyen una deformidad auricular que tiene una incidencia estimada del 5% en la población blanca, lo que la convierte en una de las deformidades más comunes tratadas en el área de cabeza y cuello. Su impacto estético y psicológico puede llegar a ser muy severo por lo que su cirugía, la otoplastia, es bastante aceptada y tolerada tanto en la población pediátrica como adulta. El objetivo de esta cirugía es estético y para su realización es importante que el cirujano tenga un conocimiento integral de la anatomía, por lo que el otorrinolaringólogo por su formación en anatomía del oído y cirugía plástica facial tiene un papel fundamental.

Alteraciones de las orejas más comunes

Una oreja bonita depende de su posición, tamaño y armonía entre sus elementos y es una de las partes del cuerpo que más variedades tiene. Por lo general, la oreja suele tener curvas suaves y agraciadas, y debería dar continuidad a la forma de la cabeza, así como no sobresalir de ella excesivamente, debe haber una simetría entre la proyección de las distintas partes que la conforman.

Existen dos deformidades prominentes que pueden explicar la mayor parte de las anormalidades anatómicas en personas con orejas prominentes. Estas pueden aparecer de forma individual o en combinación, lo cual sucede en la mayoría de los casos.

Así, la alteración más común es el llamado antihélix hipoplásico, que es cuando la oreja se ha enrollado menos sobre sí misma y el pabellón auricular sobresale más de lo normal. Esto puede ser consecuencia del desarrollo embriológico o por un exceso de cartílago, entre otras. Además, puede suceder también que el lóbulo de la oreja sea sobresaliente o sobreproyectado.

Por otro lado, las anormalidades craneales también pueden interferir en el desarrollo de orejas prominentes al influir en la conexión del pabellón auricular con la cabeza y, por tanto, en su apariencia.

Otoplastia

La cirugía para la corrección de las orejas prominentes, llamada otoplastia, debe adaptarse a las necesidades de cada paciente y cumplir con unos determinados objetivos anatómicos y estéticos. Por lo tanto, será preciso realizar un examen completo y exhaustivo de cada persona para valorar las deformidades que causan el problema. Además, son esenciales las fotografías preoperatorias y postoperatorias para planificar y documentar bien la cirugía. También resulta fundamental explicar al paciente los objetivos a conseguir y que conozca de antemano los resultados que se pueden obtener.

Las técnicas quirúrgicas empleadas se dividen en dos tipos: las que realizan cortes en el cartílago y las que lo remodelan o preservan.  En el primer caso, implican la resección y realización de incisiones parciales o de todo su espesor. Por lo general, suelen tener una mayor duración del resultado quirúrgico. Por su parte, la remodelación implica el uso de suturas o implantes con el objetivo de recrear la anatomía auricular normal. Esta técnica evita cicatrizaciones o fibrosis pero tienen mayores tasas de recurrencia.

En los últimos años se está aplicando una combinación de ambas técnicas en lo que se conoce como la técnica de los pilares.

Las complicaciones de esta cirugía son poco frecuentes. Desde hace uno años se están aplicando biomateriales que favorecen el crecimiento de los tejidos blandos y se está estudiando la creación de prótesis de poliuretano mediante impresión 3D con un comportamiento mecánico similar a la oreja real. Además, los avances en reconstrucción 3D y en bioingeniería tisular trabajan en la creación in vitro de moldes cartilaginosos a partir de células madre sobre un andamiaje biodegradable y biocompatible.